Las investigaciones sobre la desigualdad entre los géneros se han centrado a menudo en el acceso que tienen las mujeres y los hombres a los recursos económicos del hogar. Aunque a menudo se considera que la riqueza es una característica de los hogares y no de los individuos, no todos pueden beneficiarse por igual de la riqueza de un hogar. La cuestión de las diferencias de género en el acceso a la riqueza del hogar no es algo que vayamos a abordar aquí. En este proyecto, nos hemos centrado en las diferencias entre los hogares más que en las diferencias dentro de los hogares.
Debido a que la mayoría de las mujeres y los hombres viven en pareja, las diferencias en la riqueza del hogar entre hombres y mujeres han recibido relativamente poca atención por parte de los académicos. Al mismo tiempo, es muy plausible que haya diferencias de género en la riqueza entre hombres y mujeres solteros. Las mujeres ganan menos que los hombres, lo que reduce sus posibilidades de ahorrar parte de los ingresos. Además, la monopaternalidad está distribuida de forma desigual por género, siendo las mujeres solteras mucho más propensas a compartir la vivienda con niños de lo que lo son los hombres solteros. Es probable que los costos económicos que impone la paternidad y maternidad comprometan aún más las posibilidades de las mujeres solteras de ahorrar y acumular riqueza.
En la figura 1 se muestran los niveles medianos de riqueza e ingresos familiares por género entre los hombres y mujeres solteros que son cabezas de familia (es decir, se excluyen las personas que siguen viviendo con sus padres). El panel izquierdo muestra que hay sorprendentemente pocas diferencias en la riqueza de los hogares por género en el período estudiado. El panel derecho muestra cómo vemos una divergencia en los ingresos familiares por género, que se ha acentuado en los últimos años. Esto podría implicar que los mecanismos explicados anteriormente no desempeñan un papel determinante en las diferencias de riqueza por género. Podría ser que otras formas de acumulación de riqueza, como la ayuda financiera de los padres y las herencias, minimicen las diferencias de riqueza entre los hogares de hombres y mujeres solteros.
Figura 1. Riqueza e ingresos de los hogares de hombres y mujeres solteros
Nota. Limitado a hombres y mujeres de 30 años o más que sean cabeza de familia pero no tengan pareja
En la figura 2 se observa más detalladamente la distribución de las mujeres y los hombres en los distintos grupos de riqueza. El primer panel del gráfico indica hombres y mujeres solteros con riqueza negativa. La probabilidad de estar endeudados es ligeramente mayor para las mujeres que para los hombres en 2014. Pero, las diferencias más notables se encuentran en la parte superior. Mientras que en 2002 las mujeres y los hombres solteros tenían una probabilidad similar de tener 1 millón de euros de riqueza familiar o más, esta probabilidad era mucho mayor para los hombres que para las mujeres en 2014. Este resultado es similar a lo que se ha encontrado en los estudios sobre la igualdad de género en las oportunidades del mercado laboral: parece haber un «techo de cristal» que impide a las mujeres llegar a la cima absoluta. Parece que en el 2017 estas diferencia entre hombres y mujeres disminuyeron, pero dado la poca precisión de estos números hace falta más evidencia para concluir algo sobre esta tendencia reciente.
Figura 2. Riqueza e ingresos de los hombres y mujeres solteros
Descubra más sobre la riqueza, su distribución en los hogares españoles y las características de los individuos que viven en hogares con poca y mucha riqueza clicando en uno de los botones siguientes:
Breve introducción al concepto de riqueza
Tendencias básicas de la riqueza de los hogares y su distribución en España
La riqueza en España: 2002-2017
¿Quién está ganando y quién se está quedando atrás?
Ingresos Educación y Antecedentes Sociales
Este proyecto está financiado por la Convocatoria de Investigación Social de «la Caixa» 2019 (SR0403-WINEQ)
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